Editorial

Muchas veces, el vértigo de noticias, opiniones, críticas y discusiones que transmiten los medios impide u obstaculiza (o por lo menos no contribuye) al verdadero discernimiento de lo que está sucediendo.

Para eso, resulta necesario un espacio diferente, donde poder distanciarse de la tan demandante actualidad, para profundizar en las raíces de estos temas. Un espacio donde ordenar las ideas y, a partir de ahí, poder escuchar o leer las noticias y saber de qué se está hablando.

Una pausa en la actualidad pretende focalizarse en la parte sumergida de ese iceberg que nos rodea, nos invade, nos envuelve y pocas veces nos deja ver sus cimientos. Una pausa para poder enfrentar la actualidad.




sábado, 10 de julio de 2010

¿A quién beneficia el Programa de Desendeudamiento?

Tal y como se afirma en el artículo titulado “Desendeudamiento de las Provincias”, los fondos para el Programa de refinanciamiento, serían deducidos del Fondo de Aportes del Tesoro nacional (ATN). En ese sentido, la Ley 23.548 establece que el 1% del total recaudado por los gravámenes coparticipables, se destinará a este fondo. El objetivo de su creación fue atender las situaciones de emergencia y desequilibrios financieros de los gobiernos provinciales. Es decir, dinero que las provincias ceden de lo que les corresponde por coparticipación, para hacer frente a tales situaciones. Por supuesto, esto siempre dio lugar a una ineludible interpretación de la oposición, dirigida a la posible discrecionalidad con que el Gobierno podría distribuir dichos recursos.

Lo cierto es que en los últimos años esta recaudación no ha sido distribuida completamente entre las Provincias, por lo que actualmente el gobierno Nacional cuenta en ese Fondo con 9.800 millones de pesos, pertenecientes a las Provincias. El interior va a poder contar con esta suma que el Gobierno le estaba adeudando.

Uno de los puntos en discusión recae sobre el motivo que llevó al Gobierno Nacional a distribuir estos fondos en este momento, dado que durante años, sólo se habían destinado escasas porciones a la recuperación de las economías provinciales. Según palabras de la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, “no ha habido manejo discrecional de ATN, para acumular esta cantidad de dinero, salvo para casos que así lo ameritaran”. Evidentemente, el oficialismo ha encontrado que este es el momento más apropiado para que las Provincias puedan contar con el total de este fondo. Esta es una de las hipótesis. La otra es que esta decisión tiene como objetivo retomar el centro de la escena política y obtener mejores lazos con los Gobernadores de las Provincias de cara a las elecciones de 2011.

Este Programa tiene una relevancia especial, debido a que otorga libertad a las Provincias para actuar política y económicamente con mayor autonomía. Una de las mayores críticas que se le ha hecho a este Gobierno en los últimos años tiene que ver con la habilidad que ha tenido para retener su poder político sobre el interior, mediante el discrecional auxilio económico que utilizaba por “amiguismo” o a cambio de favores políticos. Ahora, las Provincias tendrán una emancipación económica que les permitirá actual con mayor libertad y sin depender con tal magnitud de los guiños oficiales.

Por otro lado, el kirchnerismo también se ve beneficiado con esta medida, ya que pone un paño de agua fría sobre el debate que hace sólo un par de meses había ganado mucho protagonismo: la coparticipación del impuesto al cheque. El Programa de Desendeudamiento tiene un significativo carácter Federal, que bien podría limitar transitoriamente los eufóricos debates y las considerables demandas que estaba recibiendo sobre este tema por parte de la oposición.

El otro planteo recurrente por parte de las Provincias que han quedado fuera del Programa, es que el ATN no se distribuya entre los 24 distritos, de acuerdo a las cuotas que le corresponde a cada uno según el Régimen de Coparticipación. Por el contrario, sólo puedan acceder a éste los más endeudados.

Por último, queda abierta la incertidumbre acerca de lo que ocurrirá con los Programas de Asistencia Financiera (PAF), que tienen como objetivo, según el Presupuesto 2010, “asistir, mediante convenios bilaterales, a aquellas provincias que no cuenten con el financiamiento para hacer frente a los servicios de capital de su deuda”. En este sentido, anualmente el gobierno ya destinaba una porción de dinero a financiar los servicios de las deudas provinciales, pero a modo paliativo. La mayor diferencia que plantea este nuevo programa recae en la eliminación del ajuste por CER, el plazo de gracia para el pago de intereses y de la amortización del capital, y la extensión del plazo de reembolso hasta el 2030. Se trataría de una medida para intentar resolver definitivamente el problema de la deuda. Sin embargo, si después del 2011 las Provincias dejaran de contar con este beneficio, volverían a incurrir en una situación de difícil salida para abonar sus deudas. El Presupuesto 2010 asigna más de 11 mil millones de pesos para el PAF; pero no establece cuáles son las provincias que lo recibirán.

En fin, la medida constituye un avance en la relación entre la Nación y las Provincias, así como en cuanto a la autonomía que adquirirían estas últimas, tanto económica como políticamente. Sirve para otorgarles la posibilidad de una mayor previsibilidad y contribuye a una mejor posición fiscal y un aliviador empuje para enfrentar las deudas con la Nación. También es cierto que, una vez más en Argentina, los que hicieron bien las cosas y llegan al día de hoy sin deudas con la Nación, se ven excluidos de un plan que claramente los hubiese beneficiado y les hubiese otorgado mayor holgura para manejar sus situaciones financieras. Lo cierto es que La Ley de Coparticipación dice que ese fondo se destinará a Provincias en estado de emergencia y evidentemente estos distritos sin deudas con la Nación, no han sido considerados por el oficialismo dentro de este grupo.

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